El bullying (acoso) parece ser un fenómeno común en las aulas de clase. Es un tipo de agresión física o psicológica, o de ambos tipos, realizada intencionalmente y que se produce repetidamente en el tiempo (Olweus, 1994). Esta situación implica un desbalance en las relaciones de poder en la cual la persona que sufre la agresión está expuesta a acciones como el maltrato físico, la intimidación, la amenaza, el maltrato verbal, la exclusión intencional o simplemente a gestos obscenos o desaprobatorios (Olweus, 1994).
Algunas características del bullying son:
- existe una víctima atacada
- existe una desigualdad de poder, una situación desigual y de indefensión por parte de la víctima
- la acción agresiva tiene que ser repetida, tiene que suceder durante un período de tiempo y de forma recurrente.
La agresión supone un dolor no sólo en el momento del ataque, sino de forma sostenida, ya que crea la expectativa en la víctima de poder ser blanco de futuros ataques. La gran mayoría de las investigaciones sobre el tema se han desarrollado en ambientes escolares, en donde el fenómeno se presenta usualmente entre estudiantes.
Sin embargo Eslea (2002) realizó varios estudios en ambientes universitarios sobre las agresiones o intimidaciones de profesores hacia los estudiantes. Los datos en todos los casos fueron recogidos mediante un formulario con preguntas abiertas, con estudiantes universitarios de ambos sexos en proporciones similares.
El primero de los estudios se llevó a cabo con 188 estudiantes e indica que el 34% de ellos, sin discriminación de sexo, fueron acosados por sus profesores y el 90% de las veces esta situación ocurrió durante las clases. Es interesante anotar que el porcentaje más alto de los profesores que realizaron estas acciones (22%) fue de matemáticas. El estudio fue replicado con mejoras en los instrumentos de recolección de datos para identificar distintos tipos de situaciones, con 180 estudiantes y encontró que el 20% sufrieron de bullying por parte de sus maestros el 80% de las veces durante las clases y un 22% fueron profesores de matemáticas (para las demás áreas fue de un 14%).
Los tipos de agresión encontrados fueron los siguientes: ridiculización y humillación en público (50% de los agredidos), castigo injusto (47%), discriminación en el trabajo académico (36%), abuso físico (19%) y abuso verbal (17%).
Una siguiente réplica del estudio con 200 estudiantes universitarios, con mejoras en los instrumentos para identificar las posibles razones que se atribuyen a este comportamiento de los maestros, produjo como resultado que el 76% de los estudiantes habían sido víctimas de bullying por sus profesores (el 45% de ellos fueron víctimas en varias ocasiones), el 96% de las veces ocurrió en clase y el 40% por profesores de matemáticas. Los comportamientos que hicieron que se sintieran acosados fueron la ridiculización y humillación en público (80% de los agredidos), abuso verbal (77%), abuso físico (73%), castigo injusto (63%), discriminación en el trabajo académico (46%). A la pregunta de por qué el profesor lo había hecho, el 50% de los estudiantes consideró que por poder, control o ego y el 25% por estrés o presión en el trabajo. El 20% de los estudiantes consideró que el bullying fue válido como forma de mantener la disciplina.
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