Usar las TIC como herramientas para desarrollar habilidades del SXXI

23 01 2023

Este es el tercer post de una serie sobre las habilidades del siglo XXI. En el primer post se mencionó que a menudo estas habilidades se asocian con el manejo de la tecnología, pero en realidad son parte de un enfoque que busca identificar las habilidades esenciales para tener éxito en la sociedad del conocimiento. También se señaló que la educación tradicionalmente se ha enfocado en la adquisición de conocimientos y contenidos, pero que los cambios sociales, económicos y tecnológicos han llevado a la necesidad de incluir habilidades cognitivas, sociales y emocionales en el proceso educativo y por ende cambiar su enfoque.

En el segundo post se planteó cómo crear un ambiente de aprendizaje que fomente el desarrollo de estas habilidades. Se destacó la importancia de fomentar el pensamiento crítico, la «glocalización» y el aprendizaje colaborativo, de brindar oportunidades para aprender a través de la experiencia, de potenciar la creatividad e innovación, y de fomentar la auto-gestión del aprendizaje.

En este último post se destacará cómo el uso adecuado de las TIC puede incidir en el desarrollo de habilidades del siglo XXI. Es importante destacar que los roles más importantes en este proceso son el del profesorado, que diseña y dirige la experiencia educativa, y el de los y las estudiantes, quienes son los principales actores del aprendizaje. Las TIC son medios o herramientas valiosas que potencian la experiencia de aprendizaje, ya que permiten una mayor interacción y colaboración, acceso a diversas fuentes de información y la posibilidad de trabajar en actividades en línea.

  • Pensamiento crítico:

El uso de plataformas educativas como Moodle permiten la interacción y colaboración entre los estudiantes a través de la realización de discusiones en línea, presentación de productos (ensayos, prototipos, ideas) y retroalimentación del trabajo de otros. Para desarrollar el pensamiento crítico, es esencial fomentar el análisis y la evaluación de la información presentada, promover la consulta de nuevas fuentes de información donde se puedan contrastar diferentes perspectivas y estimular la argumentación de los propios puntos de vista.

  • Glocalización:

Las TIC pueden ayudar al fomento de la glocalización al permitir el acceso a información y facilitar la creación de contenidos para audiencias globales sobre temas locales y para audiencias locales sobre temas globales. Contenidos en formatos como videos, presentaciones, podcasts o textos que pueden ser compartidos con un público global y local. Además, como las TIC permiten la comunicación en tiempo real sincrónico o asincrónico (correo electrónico, redes sociales, video-conferencias, entre otros), facilitan la interacción con personas de diferentes culturas y regiones del mundo. Todo esto demanda tener que pensar en diferentes contextos y culturas al momento de comunicar un mensaje.

  • Colaboración:

Este es uno de los aspectos en los que el uso de las TIC puede tener mayor impacto en el aprendizaje. Se pueden usar herramientas en línea disponibles para la colaboración que permiten trabajar en el mismo documento al que tienen acceso todos los integrantes del grupo para que lo editen, hagan sugerencias y aprueben los textos en tiempo real (por ejemplo Google Docs, Trello, entre otros).

Otro tipo de herramientas útiles son la videoconferencia y los chats ya que facilitan la comunicación para discutir ideas, intercambiar información, compartir documentos e imágenes, coordinar y hacer seguimiento a las tareas y resolver problemas.

También los juegos en línea pueden ser utilizados para fomentar el trabajo en equipo y la colaboración. Kahoot, por ejemplo, se usa generalmente para que los y las estudiantes respondan preguntas en tiempo real y compitan con sus compañeros. Sin embargo, los profesores pueden configurar juegos para que trabajen en equipos y compitan contra otros equipos o crear grupos para que diseñen juegos y preguntas relevantes y desafiantes para sus compañeros.

  • Aprendizaje a través de la experiencia:

Las TIC pueden ser utilizadas para crear proyectos en línea en los que los y las estudiantes puedan colaborar y trabajar juntos para resolver problemas específicos, crear productos o servicios, participar en actividades de la comunidad, realizar actividades de capacitación para otras personas, etc. Este tipo de aprendizaje también puede fomentarse mediante el uso de simuladores de diversos fenómenos y procesos. En ciencias naturales, por ejemplo, los simuladores permiten experimentar y cambiar las condiciones físicas o químicas en las que se lleva a cabo el experimento (por ejemplo PhET Interactive Simulations), experimentar con el ciclo del agua o con los procesos geológicos. En ciencias médicas hay simuladores que permiten ver e interacturar con la anatomía del cuerpo humano en 3D (por ejemplo BioDigital Human). También hay simuladores de procesos sociales, históricos o económicos que se pueden usar para acercarse a la experiencia real.

  • Auto-gestión del aprendizaje:

Las TIC pueden ayudar a los y las estudiantes a desarrollar una mayor conciencia de su propio aprendizaje y a tomar decisiones sobre cómo llevar a cabo sus tareas y proyectos de varias maneras. Primero, los cuestionarios y las evaluaciones en línea ofrecen realimentación instantánea sobre el desempeño y permite conocer rápidamente las fortalezas y debilidades. Segundo, los diarios de aprendizaje y seguimiento permiten registrar y monitorear el progreso a lo largo del tiempo para reflexionar sobre lo que se ha aprendido y cómo se ha aprendido y así desarrollar una mayor conciencia del propio aprendizaje. Por último, las actividades de reflexión en blogs o foros proporcionan un espacio para reflexionar sobre lo que han aprendido, cómo lo han aprendido y cómo pueden aplicar lo aprendido en situaciones futuras.

Para hablar sobre la creatividad e innovación se requiere un post completo, que realizaremos en un futuro cercano.

Hay varias herramientas y recursos digitales que pueden ayudar al desarrollo de habilidades para el siglo XXI. En lugar de usarlas simplemente para transmitir y recibir conocimiento, es esencial utilizarlas para que los y las estudiantes obtengan información de diversas fuentes, la transformen en conocimiento, experimenten, comuniquen lo que han aprendido y reflexionen sobre su aprendizaje. El papel del/la docente como diseñador del ambiente de aprendizaje y el papel del/la estudiante como sujeto activo del aprendizaje son cruciales en este proceso.





Cómo enseñar* las habilidades del siglo XXI

12 01 2023

Para fomentar el desarrollo de habilidades del siglo XXI es fundamental dejar de lado la enseñanza orientada hacia la acumulación de conocimientos, dejar de enseñar a copiar y a repetir sin comprender, y adoptar un enfoque innovador en la educación. Es decir, romper con el modelo tradicional de enseñanza y dar prioridad a la creatividad e innovación en el aula.

Un ambiente de aprendizaje (AA) que fomenta estas habilidades se enfoca en que el y la aprendiz piensen y utilicen el conocimiento que van construyendo: que propongan acciones a seguir con ese conocimiento; que las experimenten y en ese proceso se equivoquen y tengan éxitos; que comuniquen lo que saben y lo que van aprendiendo; y que reflexionen sobre ello, o sea, que identifiquen qué saben, qué no saben e inicien de nuevo el ciclo.

Ciclo para desarrollar habilidades del siglo XXI. Construcción personal.

Cómo sería el ambiente de aprendizaje

En un AA como el anterior, el fomento de las habilidades del siglo XXI tiene un enfoque innovador adaptado a las necesidades cambiantes del mundo actual. Algunas estrategias en el AA para que los estudiantes desarrollen estas habilidades son:

  1. Fomentar el pensamiento crítico: Enseñarles a analizar la información, a considerar diferentes perspectivas y llegar a conclusiones, puede ayudarles a desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Algunas formas de incorporar el pensamiento crítico en el aula es a través de debates, discusiones guiadas, juegos de rol y análisis de casos de estudio. Al enfrentarse a diferentes perspectivas, los y las estudiantes pueden ver, experimentar y considerar diferentes puntos de vista y llegar a conclusiones fundamentadas.
  2. Considerar la «glocalización«. La glocalización es un concepto acuñado por el profesor japonés Kenichi Ohmae en «The Global Logic of Strategic Management». Se refiere a la estrategia que busca equilibrar lo global y lo local para lograr una ventaja competitiva. Así, se ofrece una idea, producto o servicio con características globales pero adaptado a las necesidades locales (y/o viceversa). En un AA que tiene en cuenta la glocalización, las experiencias educativas están relacionadas con el contexto local (la ciudad, la escuela, el barrio) de manera que se adaptan a la realidad de los y las estudiantes, de sus familias y de su entorno, pero simultáneamente consideran el contexto y la realidad global (la región, el continente, el planeta).
  3. Incentivar el aprendizaje colaborativo: Para fomentar la colaboración, los y las estudiantes de este AA trabajan en proyectos en equipo. La colaboración promueve la empatía, la tolerancia, el diálogo y la construcción común. El trabajo en equipo, además de conducir al logro de unas metas en término de productos y/o de aprendizajes conceptuales, también permite valorar las diferencias del otro y con el otro, la diversidad y la interculturalidad, y tener una experiencia de interacción social que moviliza emociones, desarrolla la autonomía y favorece la construcción de la identidad. Adicionalmente les ayuda a desarrollar habilidades comunicativas, de resolución de problemas y pensamiento crítico.
  4. Proporcionar oportunidades de aprendizaje a través de la experiencia: A través de proyectos prácticos, estudios de casos y/o visitas a industrias o empresas, los estudiantes pueden tener oportunidades para aplicar lo que han aprendido y desarrollar habilidades como la resolución de problemas y la creatividad.
  5. Potenciar la creatividad e innovación: Como se acaba de mencionar, una forma de fomentar la creatividad e innovación en el aula es a través de proyectos prácticos en los que puedan aplicar en situaciones reales lo que han aprendido. El AA fomenta la curiosidad e incentiva la expresión personal y la generación de nuevas ideas.
  6. Fomentar la auto-gestión del aprendizaje. Con el objetivo de ayudar a los y las estudiantes a desarrollar una mayor conciencia de su propio aprendizaje y a tomar decisiones informadas sobre cómo abordar tareas y proyectos, el AA plantea actividades para que reflexionen sobre lo que han aprendido y cómo lo han aprendido. Esto fomenta la metacognición, que a su vez les permite desarrollar metodologías y habilidades para poder aprender por sí mismos, es decir, desarrollarla capacidad de gestión de aprendizaje propio.

En resumen, es importante adoptar un enfoque innovador en la educación para enseñar las habilidades del siglo XXI. Esto implica fomentar el pensamiento crítico, la colaboración, la creatividad e innovación y la capacidad de auto-aprendizaje, todo esto teniendo en cuenta la glocalización, metodologías de aprendizaje experiencial y el apoyo de las TIC para preparar a los y las estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo actual.

(Prefiero hablar de «fomentar el desarrollo de habilidades del siglo XXI» en lugar de decir «enseñar las habilidades del siglo XXI»).

PD: Le propongo que organice estas estrategias dentro del ciclo. ¿Qué observa?





¿Cuáles son las habilidades del Siglo XXI?

5 01 2023

¿Cuando te hablan de habilidades del siglo XXI, en qué piensas?

La mayoría de la gente considera que son habilidades relacionadas con el manejo de la tecnología.

Hasta no hace mucho tiempo, los sistemas educativos se centraban en preparar a los estudiantes para acumular contenidos y conocimientos. Las escuelas se focalizaban en la lectura, la escritura y las matemáticas básicas pues estas habilidades se percibían como necesarias para obtener conocimientos. Los sistemas educativos se han visto forzados, de cierta manera, a dar respuesta a los cambios sociales, económicos y tecnológicos de los últimos tiempos. Cambios que involucran aspectos cognitivos, pero también sociales y emocionales.

El concepto forma parte de un movimiento internacional centrado en el conjunto de habilidades, aptitudes y disposiciones para el aprendizaje que se han identificado como necesarias para tener éxito en la cambiante sociedad del conocimiento. Las habilidades del siglo XXI difieren de las habilidades académicas tradicionales en que no se basan principalmente en el conocimiento de contenidos.

Evolución del concepto por décadas

En la década de 1980 varias organizaciones, entre ellas OCDE, empezaron a cuestionar la calidad de la educación y a identificar las habilidades demandadas por las empresas.

En la de 1990, en Estados Unidos, se realizaron estudios que encontraron que las empresas demandaban habilidades que no se enseñaban explícitamente en las escuelas ni en las universidades porque se creía que se lograban sin necesidad de ser enseñadas, que se generaban de manera espontánea y natural. Dentro de ellas sobresalían la comunicación, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.

La llegada del año 2000 ocasionó un revuelo tecnológico y social que motivó a distintos actores a examinar la pertinencia de la educación para el nuevo siglo con foco en el fortalecimiento de la economía. Por ejemplo, un análisis del mercado laboral de los Estados Unidos mostró que el número de empleos que requerían actividades cognitivas y manuales rutinarias o repetitivas había disminuido, mientras que los trabajos que requerían tareas analíticas e interpersonales habían aumentado. El MIT señaló que estas habilidades necesitaban ser abordadas explícitamente en el ámbito educativo. En 2002 se creó la Asociación para las habilidades del SXXI (P21) con participación de entidades públicas y privadas, educativas y empresas que amplió el conjunto de habilidades y las agrupó en seis categorías que denominó asignaturas troncales, contenidos del siglo XXI, habilidades de aprendizaje y pensamiento, alfabetismo digital e informacional, habilidades para la vida y valoraciones del siglo XXI. Es estas categorías se encontraban habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la innovación, comprensión intercultural, alfabetismo informacional, habilidades de comunicación, alfabetismo digital, autosuficiencia en el aprendizaje, colaboración, pensamiento crítico y creatividad.

En la década de 2010 se comenzaron a crear estándares para integrar habilidades del SXXI al currículo de educación básica y media. En la discusión del tema se involucraron entidades muy diversas, desde el Consejo Nacional de Investigaciones de EEUU (NCR) hasta el Foro Económico Mundial de DAVOS. Desde el punto de vista académico, en NCR revisaron bibliografía científica sobre las habilidades del siglo XXI y a partir de allí, las definieron y describieron, ya no sólo como habilidades para el trabajo, sino también para la vida. Identificaron tres ámbitos de competencias: cognitivo, interpersonal e intrapersonal. Dentro de las habilidades cognitivas se destacan el pensamiento crítico, la resolución de problemas, el análisis, razonamiento, argumentación, interpretación y toma de decisiones. En el ámbito de las habilidades intrapersonales hay tres grandes grupos: i) las habilidades de apertura intelectual (flexibilidad, adaptabilidad, apreciación del arte y la cultura, responsabilidad personal y social, apreciación de la diversidad, interés intelectual y curiosidad); ii) habilidades para el comportamiento laboral consciente (iniciativa, autodirección, responsabilidad, perseverancia, tenacidad, moral, integridad y ciudadanía) y iii) habilidades interpersonales (liderazgo, responsabilidad, comunicación asertiva, influencia social, colaboración, comunicación, cooperación y otras habilidades sociales). Desde el punto de vista económico, en 2015 el foro económico mundial de Davos publicó un informe llamado «Una nueva visión para la educación: desatando el potencial de la tecnología» centrado en la brecha entre las habilidades del siglo XXI que tenían las personas y las que necesitaba la economía. Definieron habilidades fundamentales que se agruparon en tres categorías: i) alfabetizaciones fundamentales (leer, escribir, «numerismo», alfabetismo científico, alfabetismo digital, educación financiera, alfabetismo cultural y educación cívica); ii) competencias (pensamiento crítico, resolución de problemas, comunicación y colaboración) y iii) cualidades del carácter (creatividad, iniciativa, perseverancia, adaptabilidad, curiosidad, liderazgo, conciencia social y conciencia cultural).

En la década actual la conceptualización de las habilidades del siglo XXI también es variada y coincidente en ciertas habilidades. A manera de contraste, veamos el caso de Costa Rica en donde las habilidades se orientan por los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 y se agrupan en cuatro categorías: i) formas de pensar (pensamiento crítico, pensamiento sistémico, aprender a aprender, resolución de problemas, creatividad e innovación); ii) formas de vivir en el mundo (ciudadanía global, responsabilidad personal y social y estilos de vida saludable); iii) formas de relacionarse con otros (comunicación y colaboración) y iv) herramientas para integrarse al mundo (habilidades digitales y de manejo de información).

Comparación de habilidades del SXXI. Elaboración propia.

En síntesis, las habilidades del siglo XXI han venido variando acorde con los cambios tecnológicos, la interconexión mundial y las formas de ver y estar en el mundo. Hace 20 años, comenzando el siglo, no teníamos conexión inmediata con otras culturas, el flujo de información era más bajo y estábamos más centrados en lo local. El panorama actual es diferente y cambiante, por lo que las habilidades que la sociedad y la economía demandan se van ajustando. También hay que tener en cuenta que son habilidades que deben tener un componente contextual, que se deben adaptar a la cultura y a los valores de la sociedad.





¿Usan internet para recrearse y no para aprender?

9 11 2014

Según el estudio Contexto escolar y social del aprendizaje en Colombia (los resultados aún no aparecen publicados en la página del ICFES),  los estudiantes usan internet para ocio y no para estudiar. No es un resultado que sorprenda. La experiencia trabajando en educación y el testimonio frecuente de muchos maestros así lo sugiere: los estudiantes entran a internet a jugar, a compartir en redes sociales o a ver videos. Todo ello con fines recreativos y con poca frecuencia para apoyar su aprendizaje.

En 2011 se publicó el estudio La generación interactiva en Iberoamérica 2010 (Bringé, Sadaba y Tolsá, 2011) en el que los resultados para Colombia muestran que niños y adolescentes entran a internet principalmente para visitar páginas web, como se puede ver en la siguiente tabla:

Usos de internet por escolares en Colombia 1

Usos de internet por escolares en Colombia 1

Usos de internet por escolares en Colombia 2

Usos de internet por escolares en Colombia 2

Usos de internet por escolares en Colombia 3

Usos de internet por escolares en Colombia 3

Fuente de la tabla

Los niños y adolescentes que participaron en este estudio (7.110 estudiantes colombianos mediante encuesta online) usan Internet «para visitar páginas web», lo que no dice mucho. Lo interesante es ver el detalle de lo que hacen en esas páginas, que es lo que muestran los demás datos: entran a ver o compartir videos (no sabemos si algunos sean educativos), a chatear (puede ser sobre las tareas que estén realizando), a redes sociales (también podría ser para hacer tareas), a jugar (hay muchos juegos educativos), etc.

También dicen Bringué y sus colegas (2011, p 133):

Si hay algo que caracteriza a la Generación Interactiva, a la luz de los datos, es su preferencia mayoritaria por el ocio y el entretenimiento mediado por la tecnología.

Según el estudio del ICFES los niños y adolescentes que presentaron las pruebas SABER (más de un millón cien mil estudiantes) dejan claro que el uso de internet tiene poca relación con temas educativos (al menos es la conclusión del titular de prensa de El Tiempo).

¿Por qué ocurre esto? No lo dicen los estudios, pero podemos aventurarnos a dar algunas respuestas.

Bringué y colegas (2011) indagaron sobre la cantidad de horas que los niños y adolescentes dedican a hacer tareas en sus casas. Estas son las cifras:

Horas semanales dedicadas a hacer tareas

Horas semanales dedicadas a hacer tareas

Es poco tiempo semanal, lo que da pie a  pensar en la primera alternativa para responder a la pregunta por qué no usan internet con fines educativos: porque no lo necesitan. O no les dejan tareas, o no hacen tareas.

¿Y cuánto tiempo dedican a Internet? Casi la misma cantidad de tiempo:

Horas semanales de uso de internet

Horas semanales de uso de internet

Fuente del gráfico

Ahora, supongamos que el tiempo que están en internet lo dedican a actividades educativas. ¿Qué clase de actividades realizan?

En el 2013, Chile aplicó la prueba SIMCE-TIC a una muestra representativa conformada por 11.185 estudiantes de Segundo Medio (décimo grado) con el fin de conocer el nivel de desarrollo de las Habilidades TIC para el Aprendizaje que han alcanzado. Los resultados, según la página de Enlaces (2014) muestran avances en la apropiación de las TIC para usos básicos:

…El 46,9% de los estudiantes se encuentran en un nivel Inicial. En tanto un 51,3% de los estudiantes se encuentran en un nivel Intermedio y un 1,8% en nivel Avanzado. En términos generales, los resultados indican que los estudiantes han logrado las habilidades necesarias para comunicarse con sus pares y buscar información en medios digitales. Sin embargo, las habilidades cognitivas más complejas que implican el procesamiento y generación de información son logradas por un porcentaje muy menor de los estudiantes.

Si se puede generalizar el caso chileno a Latinoamérica, los estudiantes usan internet para acceder a información, pero no tienen las habilidades necesarias para evaluarla, crear nueva información, organizarla, analizarla o integrarla. El gráfico del informe de Enlaces (2013) así lo muestra:

SIMCE TIC 2013

SIMCE TIC 2013

Los resultados anteriores sugieren que en alguna medida los estudiantes usan internet con fines educativos, pero es un uso básico. Me atrevo a pensar que lo hacen para realizar tareas que probablemente resuelven copiando y pegando la información que encontraron en la primera página que les arrojó el buscador (no es una exageración, esto lo encontramos en una investigación con estudiantes de educación superior).

Lo expuesto previamente muestra que  los estudiantes no están alcanzando una adecuada alfabetización informacional, fundamental dentro de las habilidades del Siglo XXI. Esto implica que no se están formando ciudadanos competentes para manejar información, para evaluar si lo que encuentran en las redes o lo que les proveen los medios es confiable o verídico, para generar nuevos productos de conocimiento a partir de diversas fuentes o para solucionar problemas cotidianos que requieran de información. No se está formando, como debiera ser, el pensamiento crítico.

Tenemos parte de la responsabilidad en que los estudiantes no utilicen internet para aprender. Es importante generar ambientes de aprendizaje, proyectos, tareas o actividades que les permitan fortalecer la competencia para manejo de información en todas sus dimensiones. Dejar de lado la asignación de tareas que impliquen repetición o recolección de información y plantear tareas más creativas, de análisis, opinión, diseño, en las que los estudiantes tengan que comunicar sus propias ideas, en distintos formatos (texto, imagen, audio) luego de documentarse en múltiples fuentes de información.

 

Referencias

Bringé, Sadaba y Tolsá (2011). La generación interactiva en Iberoamérica 2010. Consultado el 8 de noviembre de 2014 en http://www.generacionesinteractivas.org/upload/libros/La%20Generacion%20Interactiva%20en%20Iberoamerica%202010.pdf

El Tiempo (2014). Jóvenes colombianos usan computadores para ocio y no para estudiar.Consultado el 8 de noviembre de 2014 en http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/computadores-y-educacion-en-colombia/14769338

Enlaces (2013). SIMCE TIC. Evaluación de habilidades TIC para el aprendizaje. Resultados nacionales. Consultado el 8 de noviembre de 2014 en http://www.enlaces.cl/tp_enlaces/portales/tpe76eb4809f44/uploadImg/File/2014/documentos/simcetic/Resultados_SIMCE_TIC_2013.pdf

Enlaces (2014). SIMCE TIC  Resultados 2013. Consultado el 8 de noviembre de 2014 en http://www.enlaces.cl/index.php?t=44&i=2&cc=2441&tm=2

 

 





«Qué cosas vale la pena enseñar y aprender hoy»

23 01 2013

Conferencia de David Perkins en EducaRed (18 de septiembre de 2012)

Ver en www.youtube.com





Cambia, todo cambia… menos el sistema educativo

27 10 2012

Todo cambia. Si bien nada se extingue… nada en el mundo es permanente. Todo fluye hacia adelante y todas las cosas surgen investidas de una naturaleza cambiante. Incluso las edades se deslizan en constante movimiento, ya que el agua estancada nunca llegará al mar.

Ovidio

El curso y la desembocadura del río Nilo en una imagen tomada por la noche. (Foto: @astro_wheels)

En la sociedad industrial los aprendizajes se concentraban en determinados momentos de la vida, era una visión más estática y estable que no esperaba que las personas cambiaran mucho su actividad laboral. Así, se estimulaban los resultados del aprendizaje pues su utilidad perduraba en el tiempo. Como lo importante era tener los conocimientos, el objetivo de educar no era que el estudiante comprendiera sino que memorizara y luego repitiera lo aprendido. Actualmente algunos sistemas educativos siguen dando relevancia a los resultados y no al proceso, como si siguieramos en la sociedad industrial y se siguen formando personas para una sociedad que ya no existe.

La sociedad del conocimiento representa un giro enorme con respecto a la sociedad industrial: la estabilidad cambió hacia la incertidumbre, la rigidez hacia la flexibilidad, la competencia de los unos contra los otros cambió hacia la cooperación, donde había compartimentos ahora hay redes, se valoraba la pasividad y ahora se pide participación.

Dada esta realidad, las expectativas sobre el rol social de la escuela han cambiado dramáticamente en el último siglo y sugieren la necesidad de reflexionar y repensar qué se enseña, cómo se enseña y cómo se evalúa.

Por ejemplo, los medios tecnológicos han generado lenguajes que hay que manejar, se requiere una nueva alfabetización, en realidad multialfabetizaciones que permitan tener acceso a:

  • el lenguaje oral sincrónico (ej videollamada) y
  • asincrónico (ej podcast),
  • el lenguaje escrito sincrónico (ej chat) y
  • asincrónico (el texto tradicional),
  • el lenguaje escrito lineal y
  • el no lineal (ej hipertexto),
  • el lenguaje  iconografico (ej emoticones),
  • la imagen digital,
  • el video y
  • el hipermedio.

EL cambio en educación es lento. El cambio social y tecnológico está siendo acelerado. Si nuestros estudiantes siguen saliendo competentes para una sociedad inexistente y además no tienen la capacidad de aprender a aprender, la brecha con los países que van a la vanguardia en estos temas (Australia, Finlandia, Japón) será cada día más grande e inevitablemente seguiremos sumidos en el tercer mundo.

Si el Nilo se estancara, nunca llegaría al mar.